COCAS DE VIDRIO

La vida es una carrera de obstáculos, nos van poniendo pruebas en el camino que ya sea mejor o peor tenemos que ir superando. Tenemos que afrontar el día a día y luchar contra nuestros miedos, inquietudes, contra esos fantasmas que nos atormentan y nos torturan.

Hay que ponerse una coraza o mejor ya que estamos metidas dentro de una cocina, lo suyo sería embadurnarse de aceite y que todo nos resbalara, que no nos afectara, es difícil lo se pero hay que pensar

Algún día me sonreirá la vida y yo me reiré de todo lo malo que me ha pasado

Lo importante es no desfallecer, no dejar de intentarlo y arroparte siempre de amig@s o familiares, que te empujen en tus momentos bajos, que te regalen momentos mágicos que te hagan olvidar o al menos difuminar los malos tragos.

Y mientras llega ese momento de calma, de sosiego, de relax, nos podemos meter en la cocina a preparar un dulce que nos haga más llevadero el camino. ¿No os parece? Además esta receta que hoy os traigo es muy facilita, así que no tenéis excusa. ¿Vamos con ella? 

INGREDIENTES

500 gr de harina de trigo
250 ml de agua
3 cucharadas soperas de aceite
25 gr de levadura fresca de panadería
una pizca de sal
Aceite de oliva para pintar las cocas
azúcar
anís


PREPARACIÓN

En un bol ponemos la harina, la levadura, la sal y el aceite, mezclamos bien con un tenedor y poco a poco vamos incorporando el agua hasta conseguir una masa, la cuál no podremos manejar con el tenedor y tendremos que amasar a mano.

Podemos amasar dentro del bol o encima de la encimera, donde mejor nos manejemos nosotros.

Cuando tengamos una masa blandita y que no se cuartee, dejaremos en un bol reposar hasta que haya doblado su volumen.

Precalentamos el horno a 220º

Vamos cogiendo porciones de masa (no muy grandes) y las estiramos muy finitas sobre una superficie enharinada.

Pintamos con aceite por toda la superficie de la coca y la cubrimos de azúcar, sed generosos, es para que caramelice. Ponemos sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y dejamos en el horno hasta que veamos que empieza a tomar color (esto depende de cada horno) pero no suele ser mucho, ya que el horno está caliente y la coca es muy finita, así que se hará enseguida.

Sacamos del horno ponemos sobre una rejilla y rociamos con anís (esto es optativo) pero le da un sabor delicioso.

NOTA : 

Yo en algunas, después de pintarlas con aceite les añadí anís en grano y luego el azúcar, estaban también realmente ricas

Besos !!! Hasta pronto !!!

Fuente: Sweet Cakes